El movimiento Zero Waste propone una serie de reglas muy simples con las que todos podemos reducir al máximo nuestra producción de residuos.
Una vida libre de bolsas, cajas de cartón y botes de plástico. Una vida libre de la sobreabundancia de envases y envoltorios que inevitablemente acaban en la papelera.
Una de las preguntas más frecuentes es:
¿Como voy a llevar la fruta...la carne...el pescado…?
¿Que envase utilizaré para ello?
La consecuencia de tener que pensarlo es una alimentación más sana, sin comida envasada.
Esto también afecta a los productos de higiene personal y de limpieza (también se venden con envase), se pueden comprar a granel o nos los podemos fabricar nosotros.
Recortando así el residuo que se genera por vivienda cada día, multiplicado por un año.
El resultado es un planeta sostenible, sin afectar a los cambios climáticos.
Y un futuro para lo que nos rodea y los que vendrán.