Tan pronto como empieces llevar una vida más sostenible y te comprometas a prestar atención a los residuos que generas en casa, te darás cuenta de que un gran porcentaje de los residuos que generamos, son en realidad materia orgánica.
El 37% de los residuos que generamos es materia orgánica.
Aún así, es la fracción que menos reciclamos. El contenedor marrón de recogida selectiva de esta fracción, ya se encuentra en muchas ciudades y municipios de España. Y, aunque el objetivo es que se recicle el 55% de estos residuos para 2025, todavía hay muchos pueblos y localidades donde no se dispone de estos contenedores para su recogida selectiva.
Compostar es cerrar el círculo y devolver a la tierra lo que hemos tomado de ella.
El compostaje es una muestra del perfecto sistema de la naturaleza. En la naturaleza no existe la basura, todo lo que una vez se generó a partir de ella, regresa nuevamente al finalizar su vida. Permitiendo que insectos, microorganismos y hongos, degraden y transformen la materia orgánica de forma que sea aprovechable por otros seres vivos y mejore la fertilidad de la tierra.
El compostaje en casa reduce tu huella de carbono y contribuye al ciclo de la naturaleza.
Compostar en casa imita la armonía de la naturaleza, donde todo lo que se genera regresa al finalizar su vida. Esta sencilla práctica, es una gran forma de conectar con los ciclos de la naturaleza, obtener un recurso a partir de un residuo y, contribuir activamente con la reducción de tu huella de carbono. En especial si en tu localidad no se realiza la recogida selectiva de esta fracción.
Al contrario de lo que se cree, no necesitas tener un jardín ni un gran espacio para empezar a compostar tus residuos.
Existen muchas soluciones y tipos de compostadores que se adaptan prácticamente a cualquier situación, desde un cubo pequeño en tu cocina, hasta grandes pilas de compost en tu patio trasero. A continuación te contamos algunas de las opciones que puedes implementar dentro y fuera de tu hogar.
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Compostador Bokashi: éste es un método de compostaje anaeróbico ideal para espacios pequeños y muy fácil de usar. Simplemente coloca tus residuos orgánicos en un contenedor hermético, compacta bien para eliminar el aire y agrega una capa de activador de Bokashi, que es una mezcla se salvado de trigo y microorganismos que fermentaran los residuos para acelerar su descomposición.
Al tratarse de un cubo cerrado herméticamente te aseguras de no tener malos olores o insectos oportunistas dentro de casa. Cuando hayas llenado el cubo, déjalo fermentar durante 21 días y después puedes enterrar los restos en tu jardín o cubrirlos con tierra en una maceta para que acaben su descomposición. También puedes utilizar los lixiviados disueltos en agua como fertilizante.
Este tipo de compostador admite todo tipo de residuos orgánicos, incluidos huesos, productos de origen animal, cítricos, huevos y alimentos cocinados.
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Vermicompostador o compostador de lombrices: este método es también ideal para el compostaje en interiores. Se trata de una torre con varias bandejas comunicadas entre sí a través de agujeros por los que las lombrices de variedad California pueden moverse arriba y abajo para alimentarse de los restos orgánicos y producir compost.
Para usarlo, coloca restos de alimentos en la bandeja superior junto con lombrices rojas. Las lombrices descomponen los desechos, convirtiéndolos en un rico fertilizante llamado vermicompost. Asegúrate de mantener el equilibrio adecuado entre los desechos y las lombrices, y en poco tiempo tendrás un compost rico y listo para enriquecer tus plantas.
Este tipo de compostador no admite residuos de origen animal, cítricos, cebolla, ajo, huesos, harinas ni alimentos cocinados, ya que, podrían dañar a las lombrices y atraer insectos oportunistas.
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Compostera giratoria: la compostera giratoria es una opción práctica para quienes tienen algo más de espacio como una terraza o balcón y buscan una solución fácil para reducir residuos orgánicos.
Para usarla, agrega regularmente desechos orgánicos a la unidad y gira el tambor para mezclarlos. La acción giratoria acelera el proceso de descomposición al proporcionar una aireación efectiva. En pocas semanas, obtendrás compost listo para enriquecer tus macetas o jardín.
Este tipo de compostador no admite residuos de origen animal, huesos, harinas ni alimentos cocinados, ya que podría atraer a roedores o insectos oportunistas.
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Compostador de jardín: este tipo de compostador es el más simple de utilizar, pero requiere de un espacio mayor en contacto directo con la tierra, ya que está diseñado para el compostaje al aire libre por lo que es ideal para jardines pequeños. Es uno de los procesos más lentos de compostaje.
Agrega capas alternas de materiales verdes (residuos frescos como restos de cocina) y materiales marrones (residuos secos como hojas y ramas pequeñas). Asegúrate de mantener un equilibrio y humedad adecuados. La pila necesita voltearse ocasionalmente para favorecer la descomposición. En unos meses, obtendrás compost rico en nutrientes para nutrir tus plantas.
Este tipo de compostador no admite residuos de origen animal, huesos, harinas ni alimentos cocinados, ya que podría atraer a roedores o insectos oportunistas.
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Torre de lombrices: la torre de lombrices es un tipo de compostador de lombrices muy pequeño y apto para espacios muy reducidos, incluso macetas. Es un vermicompostador vertical en forma de tubo con una abertura superior por donde se depositan los residuos y agujeros en el tercio inferior por donde pueden acceder las lombrices.
Para usarla, entiérralo en una maceta o directamente en el jardín, coloca los residuos orgánicos en la parte superior y las lombrices rojas se encargarán de descomponerlos al mismo tiempo que llevarán el compost hacia las plantas de la maceta con su movimiento. Este proceso permite obtener constantemente compost de alta calidad para nutrir las plantas de forma sencilla y sin olores.
Este tipo de compostador no admite residuos de origen animal, cítricos, cebolla, ajo, huesos, harinas ni alimentos cocinados, ya que, podrían dañar a las lombrices y atraer insectos oportunistas.
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Compostaje en montón: es el método más fácil y económico para aquellos que disponen de espacios y jardines más amplios. Lo único que requiere es de tiempo para que la naturaleza pueda hacer su trabajo. El compostaje en montón es un método al aire libre y sin estructuras específicas.
Para utilizarlo, simplemente acumula materiales verdes (restos de cocina) y materiales marrones (hojas, ramas) en un montón en tu jardín. Voltea ocasionalmente para favorecer la descomposición y, en unos meses, tendrás un compost nutritivo para tus plantas.
Este tipo de compostador suele encontrarse alejado del hogar, por lo que admite todo tipo de restos.
Como ves hay muchas formas y métodos diferentes para elaborar compost y la clave está en elegir el adecuado para tu situación.
En el camino hacia una vida cero residuos, hacer compost es una herramienta maravillosa para procesar una gran parte de los residuos que generamos de forma los mismos pasen a convertirse en un valioso recurso, aportando vitalidad a nuestras plantas y regenerando la vida del suelo.
Al hacer compost en casa, no solo cerramos el círculo sino que reducimos nuestra huella de carbono y nos metemos de cabeza en la propia esencia de este estilo de vida, que es aprovechar al máximo los recursos de nuestro planeta y transformarlos de forma que sean útiles indefinidamente.
La accesibilidad al compostaje aumenta cada vez más con la aparición de los cubos marrones de la fracción orgánica, pero mientras se siga desperdiciando más de la mitad de los residuos orgánicos en vertederos e incineradoras donde en lugar de dar vitalidad a la tierra, liberan gases de efecto invernadero, compostar en casa seguirá siendo una herramienta de gran utilidad en tu proceso de reducir residuos, pero sobre todo, una forma reconectar con la naturaleza y la asombrosa manera que tiene de reciclar la vida.