En un mundo donde intentamos cuidar nuestra salud y la del planeta, las frutas y verduras frescas parecen ser la elección más segura. Pero ¿y si te dijéramos que incluso los alimentos más naturales pueden estar contaminados con plástico? No es ciencia ficción, es ciencia pura. Un estudio reciente ha revelado que nuestros productos más saludables pueden ser una fuente silenciosa de microplásticos. Sí, esos mismos fragmentos invisibles que están invadiendo mares, suelos... y ahora también nuestros alimentos.
En este artículo, te contamos qué frutas y verduras contienen más microplásticos, cómo llegan allí y, lo más importante, qué puedes hacer para proteger tu salud sin dejar de vivir de forma sostenible.

¿Qué son los microplásticos y por qué están en nuestras frutas y verduras?
Los microplásticos (MPs) son fragmentos de plástico de menos de 5 mm, y los nanoplásticos aún más pequeños. Están en todas partes: en el agua, el aire, el suelo... y también en nuestros alimentos. Un estudio pionero realizado por investigadores de la Universidad de Catania ha confirmado lo que temíamos: las frutas y verduras que consumimos a diario están contaminadas con estas diminutas partículas plásticas.
La presencia de microplásticos en alimentos frescos representa una amenaza emergente para la salud pública, y este estudio aporta datos sólidos sobre los niveles de contaminación en vegetales comestibles. El análisis se llevó a cabo con una metodología patentada para detectar partículas plásticas de menos de 10 micras en frutas y verduras.
¿Cuáles son las frutas y verduras más contaminadas?
Según el estudio, se analizaron productos frescos comunes en la dieta mediterránea. Aquí están los resultados más destacados sobre concentración de microplásticos, expresada como número de partículas por gramo (p/g):
🥕 Verduras
- Zanahorias: hasta 100 partículas/g, siendo el vegetal más contaminado.
- Lechugas: aproximadamente 52 partículas/g.
- Brócoli: 36 partículas/g.
🍎 Frutas
- Manzanas: alcanzan las 195 partículas/g, el alimento más contaminado del estudio.
- Peras: aproximadamente 189 partículas/g.
- Uvas: entre 170–180 partículas/g.
Estas cifras son alarmantes, especialmente porque hablamos de productos saludables que forman la base de muchas dietas equilibradas. La diferencia en la concentración entre frutas y verduras podría deberse a la forma en que las plantas absorben el agua y nutrientes desde el suelo contaminado.
¿Cómo llegan los microplásticos a nuestros alimentos?
El estudio demostró que los microplásticos pueden penetrar en los tejidos vegetales a través de las raíces, principalmente por el agua de riego. En zonas agrícolas donde se utiliza agua residual tratada o fertilizantes contaminados, los MPs presentes en el suelo y el agua se absorben y se acumulan en frutas y verduras.
Una vez dentro del sistema vascular de la planta, las partículas pueden migrar hacia las hojas, tallos y frutos. Esta capacidad de migración explica por qué las frutas como manzanas y peras presentan niveles tan elevados.
¿Qué tipo de microplásticos se encontraron?
Gracias a la avanzada técnica de análisis por microscopía electrónica de barrido con detector de energía dispersiva (SEM-EDX), se pudo determinar que la mayoría de las partículas:
- Tenían un diámetro inferior a 10 μm.
- Estaban compuestas mayoritariamente por carbono.
- No contenían elementos como silicio, nitrógeno o plomo, lo que ayudó a confirmar su origen plástico.
El método usado fue tan sensible que permitió detectar hasta 48.9 partículas por gramo de muestra, incluso en pequeñas cantidades.

¿Por qué los microplásticos son preocupantes para la salud?
Aunque aún se están investigando los efectos directos en el cuerpo humano, ya se sabe que los microplásticos pueden provocar:
- Inflamación y estrés oxidativo.
- Acumulación en órganos si logran pasar al torrente sanguíneo.
- Interferencias hormonales y efectos en el sistema inmunológico.
El consumo regular de frutas y verduras contaminadas puede aumentar la exposición diaria a estas partículas, sobre todo en niños, embarazadas y personas con sistemas inmunes comprometidos.
¿Cómo puedes reducir tu exposición a microplásticos?
Aunque no podemos eliminar completamente los microplásticos de nuestros alimentos, sí podemos tomar medidas para minimizar su ingesta:
✅ Compra productos ecológicos
La agricultura orgánica utiliza menos fertilizantes y aguas residuales, reduciendo la exposición a contaminantes plásticos.
✅ Lava muy bien frutas y verduras
Aunque no elimina los MPs internos, sí reduce los que están en la superficie.
✅ Fomenta la agricultura regenerativa
Apoya a pequeños productores que cuidan la tierra y el agua, reduciendo el uso de plásticos en el campo.
✅ Reduce tu huella plástica
Cuanto menos plástico consumamos y desechemos, menor será su presencia en el medio ambiente y en nuestra cadena alimentaria.
¿Qué soluciones a la proliferación de microplástico propone la ciencia?
Los investigadores detrás del estudio destacan la necesidad urgente de:
- Revisar las prácticas agrícolas y el uso de aguas recicladas.
- Controlar la presencia de microplásticos en productos frescos.
- Desarrollar legislación específica que regule la contaminación plástica en el sector agroalimentario.
- Educar a la población sobre los riesgos y soluciones accesibles.
La buena noticia es que ya se cuenta con un método estandarizado y patentado para detectar microplásticos, lo que permitirá realizar evaluaciones de riesgo más precisas a nivel global.

Datos claves del estudio:
- Se analizaron vegetales con una técnica única y patentada de extracción.
- El análisis se centró en productos comunes en Italia, con implicaciones internacionales.
- Manzanas y zanahorias son los productos con mayor concentración de microplásticos.
- La exposición crónica aún no ha sido completamente evaluada, pero se considera preocupante.
La alimentación sostenible como escudo
Este estudio refuerza lo que ya sabemos: la contaminación plástica es un problema estructural, y llega hasta nuestros platos. Pero también nos recuerda que tenemos poder como consumidores conscientes.
Adoptar una alimentación más sostenible, elegir productos de proximidad, reducir el uso de plásticos y apoyar marcas comprometidas con el medio ambiente no solo mejora nuestra salud, sino que protege el planeta.
Únete al cambio 🌍
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